Los frenos de nuestra moto son uno de los elementos más importantes para nuestra seguridad. Es una afirmación obvia, sin ellos no podríamos conducir, por lo que conocer más en profundidad su funcionamiento nos servirá para mejorar nuestra conducción y hacerlo de una forma más segura.

Casi todas las motos y scooter montan frenos de disco en las dos ruedas. Sólo algunas versiones muy económicas de motos de 125 o scooter todavía equipan un elemento de tambor detrás; hablamos de las motos que todavía están en producción. A grandes rasgos, las diferencias entre uno y otro sistema consiste en que un freno de tambor (también se los denomina de expansión interna) tiene sus elementos encerrados en un compartimento y con las pistas de fricción en el interior. Sus desventajas son que no son tan eficaces como un sistema de disco, que disipan peor el calor y, para el día a día, que tienes que desmontarlos para ver el estado y desgaste de las zapatas. Suelen estar activados por un cable y no por un circuito hidráulico como en el caso de los de disco. Por ello se equipan en la rueda trasera y sirven de apoyo a la frenada en estas motos más económicas.

A diferencia de los frenos de tambor, los de disco si dejan a la vista todos sus elementos. Por un lado sirve para que la disipación del calor que se produce cuando entran en fricción los discos y las pastillas sea constante y no pierdan efectividad por este motivo. También porque con este sistema es más fácil poder jugar con diferentes diámetros y medidas de discos y pinzas, en función de las características o las necesidades de la moto. Por último, en la rueda delantera se pueden montar dos elementos que garanticen la frenada en el caso de las motos más potentes.

El sistema de frenos de disco se compone de varios elementos. Los más importantes suelen ser los propios discos, que pueden estar perforados para reducir peso y evacuar mejor el calor o el agua, en el caso de conducción con lluvia, o «lobulados» o tipo «Wave» de bonitas formas y también con una reducción de peso.

Pastillas de freno para moto

Tipos de pastillas de freno para moto

En contacto con los discos están las pastillas, un elemento que a la hora de cambiarlas deberemos tener en cuenta porque las tenemos de diferentes calidades y efectividad. Las más blandas durarán menos pero te proporcionarán muy buen tacto, al contrario de la más duras. Para entrar más en detalle, las pastillas de freno pueden ser Orgánicas que son las que se desgastan más rápido, con buen agarre, silenciosa y perfectas para baja temperatura (si vas a hacer un uso intensivo, no son las más recomendables). Las Semimetálicas con las más comunes, su compuesto metálico es el que las hace aguantar a más temperatura. La Metálicas, que exigen frenar más fuerte, aguantan bien un uso muy intensivo y altas temperaturas; son las que dejan un polvo negro en tus llantas. Y, finalmente, las de Carbono, semimetálicas y con un tratamiento de carbón que mejora sus características.

Pinza de freno moto

La pinza es la encargada de enviar la presión a las pastillas de freno a través de sus pistones. Cuando en las pruebas o las novedades de las motos hablamos de pinzas de un solo pistón, doble pistón, tres, cuatro pistones… Hablamos del número de elementos que se usan para enviar la presión de la frenada a la pinza o, por decirlo de otro modo, con cuantos elementos ejercemos la presión a la pastilla. Cuantos más elementos contemos la presión se reparte mejor sobre la superficie de la pastilla y el tacto y efectividad de la frenada es mejor.

También debes tener en cuenta que a veces las pinzas no usan todos los pistones a la vez. Por ejemplo si tienes un scooter o una moto con un sistema de frenada combinada es posible que te que encuentres con tres pistones, dos de ellos se activarán con la maneta del freno delantero y el tercero es el que se activa con el freno trasero para combinar la frenada.

El tipo de anclaje de la pinza del freno también influye de forma significativa en el rendimiento del conjunto.

La bomba del freno es la encargada de enviar presión desde la maneta o pedal de freno hacia la pinza. Tiene un depósito que es el que almacena el líquido de frenos y sirve de vaso de expansión del sistema. Funciona como una jeringuilla, cuando presionas la maneta el líquido de frenos se comprime enviando presión hacia la pinza y las pastillas, y cuando sueltas la maneta se expande permitiendo que los pistones vuelvan a su sitio y con ellos las pastillas. Debes comprobar que siempre el líquido de frenos esté siempre en los márgenes de tolerancia que marca el depósito, entre el máximo y el mínimo.

Las bombas de freno pueden ser Axiales (las más frecuentes) o Radiales (las encontrarás en algunas moto de competición), cuando hablamos de ello, lo estamos haciendo de la relación entre el desaplazamiento de la maneta y el empuje del émbolo que ejerce la presión. Lo veremos en otro artículo con más detalle.

Latiguillos metálicos frenos moto

Latiguillos para frenos de moto

Entre la bomba y la pinza o las pinzas de freno están los latiguillos metálicos. Son unos tubos con unas características especiales que deja circular el líquido de frenos, que es un líquido muy corrosivo, por su interior. Los de más calidad son los metálicos o, mejor dicho, de trenzado metálico que hace que no se expandan cuando se ejerce presión en el circuito. Los más económicos son de goma, también muy resistentes a la presión, pero no tanto como los metálicos. El trenzado metálico además permite hacer más finos y flexibles estos tubos.