Las motos y los scooter tienen muchos enemigos en la ciudad, que debes aprender a identificar y a vencer para mejorar su seguridad al manillar. Esta lista de enemigos de las motos la ha elaborado Anesdor, la Federación Española de Motociclismo (RFME) y la plataforma Ponle Freno.
Seguro que en más de una ocasión te has enfrentado a ellos o quizás hayas sufrido ya alguna de sus nefastas consecuencias. Repasarlos te vendrá bien.
En este enlace tienes consejos para la convivencia entre motos y coches y las medidas que deberían respetar los coches para mejorar la seguridad de las motos.
La aleta de tiburón del carril bus
Son los elementos de plástico que muchas ciudades ponen para separar los carriles bus y taxi (también moto) del resto de los carriles. Son bajos, con una forma tipo «aleta de tiburón» y si no nos damos cuenta podemos impactar con ellos o que estriberas, el escape o el suelo del scooter tope con ella y provoque una caída. En caso de que un vehículo nos cierre, no tienes escapatoria, te irás al suelo. ¿Los ayuntamientos son conscientes de ello?
Las roderas del tráfico pesado
El calor o una mala pavimentación hace que el asfalto se hunda al paso de los vehículos pesados, por ejemplo de los autobuses públicos. Esto hace unos rasantes en las calles que atrapan las ruedas de tu moto o scooter y te darán algún susto. Lo bueno, por decir algo, es que suelen ser bastante previsibles.
Los baches y la gravilla de las obras
Las obras sirven para reparar y mejorar las calles de las ciudades, pero la suciedad que se genera durante o tras su realización son un auténtico peligro para motos y scooter. Mucha atención a la gravilla o arena que sueltan los camiones, la maquinaria o los operarios que están abriendo el suelo, es muy resbaladiza. También a los baches que suelen dejar o elementos como chapas metálicas que usan para mitigar sus consecuencias.
Las alcantarillas mal cerradas
Una alcantarilla sin tapa o con esta mal colocada hará que nos vayamos al suelo y tengamos un grave accidente. Si entra la rueda delantera, las consecuencias serán las peores; si entra la trasera en una maniobra de esquiva sufrirás un fuerte golpe en la suspensión trasera que podría tirarte. Mucha atención a los cercos de las alcantarillas si están en mal estado.
Las juntas de dilatación en curva de los puentes
Los puentes necesariamente tienen juntas de dilatación, franjas perpendiculares a nuestro sentido que deberemos tener en cuenta; sobre todo en mojado y en curva, cuando pases por ellas verás que la moto o scooter pierden adherencia durante unos instantes. No inclines demasiado.
La pintura deslizante y el exceso de señalización horizontal
Hay ayuntamiento que hacen verdaderas obras de arte con la señalización horizontal, los mejores son los pasos de cebra que cubren las dos franjas con pintura. La pintura de señalización no drena el agua de la lluvia y siempre resbala, procurando auténticas trampas a nuestro paso.
Las señales, postes y barreras superfluas
La señalización vertical tiene postes que pueden ser mortales en caso de que impactemos con ellos. Si están en mal estado, dobladas o deterioradas además son cortantes. Los guardarraíles y sus biondas con auténticas cuchillas; a pesar de que el colectivo motociclista lo ha reivindicado una y mil veces, parece que el mensaje no ha calado.
El riego mal ajustado de los jardines y rotondas que moja el asfalto
Muchas rotondas se suelen decorar en su interior con césped u otras plantas que si se riegan en exceso vierten su agua al asfalto, justo donde pasamos inclinados y necesitamos algo más de adherencia. También te podrás encontrar charcos por un riego mal ajustado en calles con zonas verdes; no bajes la guardia ni en verano.
Los bolardos y bloques que separan carriles
Los bolardos son las piezas metálicas verticales que te encontrarás en algunas calles, por ejemplo para evitar que los coches aparquen. También te puedes encontrar bloques de diversos materiales para separar carriles. Como pasa con la «aleta de tiburón» al estar situados muy bajos a veces no se ven bien o no se calcula con exactitud y puedes enganchar estriberas o el escape, por poner dos ejemplos.
Las rejillas metálicas del Metro y las planchas de obra mojadas
Cualquier elemento que no sea asfalto es susceptible de no ofrecer adherencia en nuestras ruedas. Debemos prestar especial atención a las rejillas del Metro, aparcamientos u otros servicios «bajo tierra» y a las planchas metálicas que se usan provisionalmente para cubrir una obra o una zanja. Deberían de estar señalizadas, pero en la mayoría de los casos te las encontrarás con poco tiempo de reacción.
Los raíles del tranvía
La ciudades que tienen tranvías o metro ligero tienen unos raíles metálicos que ofrecen por un lado poca adherencia y por otro unos surcos que tienden a atrapar nuestras ruedas y a forzar la dirección.
Los restos de aceite y neumáticos que se acumulan y quedan adheridos al asfalto en el centro de los carriles
En paradas de autobuses y en el carril bus encontrarás restos de aceite de los hidráulicos que suben y bajan las suspensiones o de pérdidas de los motores de las castigadas mecánicas de los transportes públicos. Ten mucha atención, lo mismo a los restos de neumáticos que te puedes encontrar a tu paso por ejemplo si algún camión ha sufrido un reventón. También presta atención si hay restos de un accidente, te podrías encontrar piezas, tornillos, faros o elementos de plástico.
Los “cojines berlineses” o “guardias tumbados”
Sabemos que la guerra para que los coches vayan más despacio por algunas zonas (colegios, hospitales, urbanizaciones) no es fácil; pero las medidas de «apaciguamiento» de la velocidad como los «cojines berlineses» o los «guardias tumbados» no son muy compatibles con la estabilidad sobre dos ruedas. Algunas por su tamaño y perfil son exageradas y nos dan un fuerte golpe en las suspensiones a su paso.
Los obstáculos con aristas en la vía o en los límites del arcén (desagües, aceras, etc)
En tus desplazamientos en moto o scooter por la ciudad te encontrarás otros muchos elementos peligrosos como arquetas, desagües, caceras, zanjas en los límites de los carriles. Suelen ser profundas y con aristas peligrosas. No apures nunca en este tipo de vías.
Las balsas de agua por mal drenaje o falta de mantenimiento
Los días de lluvia un mal drenaje en un puente o un rebaje en el asfalto pueden hacer una balsa de agua que será incompatible con la adherencia de nuestros neumáticos y provocará una fuerte retención de nuestro vehículo. Deberás entrar despacio y verificar una vez que la superes que los frenos tienen toda su eficacia. Lo peor es cuando entra otro vehículo contigo y te arroja toda el agua.