La Honda RC30 de 1987 está considerada como una de las grandes motos clásicas deportivas, una moto soñada por muchos coleccionistas. Honda está demostrando una enorme sensibilidad con su patrimonio de vehículos y para todos los propietarios que han conservado una de sus RC30 ha puesto en marcha el programa «RC30 Forever». Comenzó el pasado año en Japón y ahora llega a Europa. No se descarta y esperamos que Honda siga añadiendo sus mejores motos clásicas a su plan de conservación de modelos legendarios.

El programa «RC30 Forever» parte de una iniciativa de Honda, que cuenta con la implicación de importantes clubes de propietarios de RC30 en Japón y Europa, y cuya firme voluntad es la de mantener este legendario modelo en las mejores condiciones de uso y mantenimiento gracias al empleo de recambios originales Honda, que con en el transcurso de los años habían sido agotados del stock del fabricante nipón.

A través de “RC30 Forever”, Honda asegura la producción de 150 piezas de recambio originales para la RC30 que abarcan componentes tan diversos como el motor, la parte ciclo, la carrocería y la electrónica. La relación de piezas disponibles ha sido cuidadosamente determinada de forma conjunta entre los expertos de R&D de Honda junto a los propietarios de este emblemático modelo. Las piezas estarán disponibles para su suministro a través de los concesionarios de Europa a partir de este mes de mayo.

Honda demuestra con el programa RC30 Forever una enorme sensibilidad para todos los que han conservado esta clásica SBK

Honda demuestra con el programa RC30 Forever una enorme sensibilidad para todos los que han conservado esta clásica SBK

¿Por qué ha puesto en marcha Honda este programa?

En 2017, los inicios del proyecto ‘RC30 Forever’ revelan que no se había conservado ninguno de los modelos o moldes originales del modelo con los que hubiera sido posible reiniciar la producción de componentes, por lo que no hubo otra opción que recuperar los planos originales para sacar adelante el proyecto. Como todas las motocicletas de la época, la fabricación de la RC30 se basaba en planos esquemáticos dibujados en 2D, a partir de los cuales se creaban modelos y moldes. En comparación con los métodos modernos de modelado por ordenador en 3D mediante ilustraciones digitales, los antiguos planos contienen muchos menos detalles específicos, lo que complicaba la reproducción de nuevos componentes.

Se han digitalizado los planos en 2D originales para poder hacer nuevas piezas de recambio para las RC30 que aún se conservan

Se han digitalizado los planos en 2D originales para poder hacer nuevas piezas de recambio para las RC30 que aún se conservan

Los planos disponibles se digitalizaron, se ampliaron a escala 1:1 y se compararon con las piezas reales, algunas de ellas prestadas por propietarios de RC30. A pesar de ello, seguían faltando detalles de información necesarios hoy en día para producir las piezas con el nivel de calidad requerido para este proyecto. Para garantizar que las piezas cumplieran con los nuevos y exigentes estándares de producción, era de vital importancia involucrar a los miembros del equipo original, muchos de los cuales habían superado ya los 60 años, para que compartieran sus conocimientos, su pasión y su experiencia. Con este inestimable nivel de apoyo y esta fuente de conocimiento el equipo del proyecto pudo poner en marcha la creación de los nuevos modelos y moldes de fabricación.

Fue esta combinación de elementos tangibles, como los nuevos planos digitalizados, la recuperación de piezas originales, y de factores no cuantificables como la experiencia y sabiduría de los ingenieros del proyecto original lo que finalmente permitió la exitosa puesta en marcha de este ambicioso proyecto.

En este enlace puedes encontrar más información del programa de modelos legendarios de Honda.

La Honda RC30 llegó a Europa en 1988

La Honda RC30 llegó a Europa en 1988

Honda VFR 750R (RC30), un modelo con mucha historia

La legendaria RC30 fue presentada por primera vez en el Tokyo Motor Show en 1987, llegando a Europa en 1988. Con una producción limitada a unas 5.000 unidades para todo el mundo, fue concebida siguiendo la normativa de homologación requerida para competir en el recientemente creado Campeonato Mundial de Superbike.

Fabricada de forma artesanal en la fábrica de Hamamatsu, la RC30 estaba propulsada por un motor V4 a 90º de 748cc y refrigeración líquida que una incorporaba tecnología de competición totalmente vanguardista en aquella época, con un enfoque inédito hasta el momento. Los ingenieros de desarrollo de Honda utilizaron de forma extensiva materiales exclusivos como la fibra de carbono, el Kevlar y el magnesio.

El motor incorporaba bielas de titanio y un embrague anti-rebote que trabajaba en conjunto con una caja de cambios, tipo competición, de relación cerrada. Las ruedas y los frenos incorporaban anclajes de desmontaje rápido y la suspensión era totalmente ajustable en ambos trenes. La moto lucía de forma destacada un inconfundible basculante Pro-arm mono brazo, diseñado para facilitar cambios rápidos de rueda trasera durante las carreras de resistencia.

Fred Merkel coronó a la Honda RC30 Campeona del Mundo SBK

Fred Merkel coronó a la Honda RC30 Campeona del Mundo SBK

El legado de la RC30 se consolidó rápidamente ganando el Campeonato del Mundo de Superbike, tanto en 1988 como en 1989, con Fred Merkel. También consiguió victorias en múltiples carreras nacionales e internacionales, incluyendo triunfos en la Isla de Man con célebres pilotos como Joey Dunlop, Carl Fogarty, Steve Hislop y Philip McCallen a sus mandos.