La gran novedad de BMW Motos para el año que viene será su motor boxer con distribución variable, más cilindrada y más potencia y par. BMW ha estado varios años desarrollando la última versión del propulsor más legendario de la firma alemana, y es un buen momento para echar la vista atrás y ver todos los pasos que se han dado hasta llegar a este nuevo hito en su historia.
El primer motor bóxer con cuatro válvulas se presentó en la BMW R 1100 RS de 1992. No sabemos si fue casualidad, pero la efeméride coincidió con los 70 años del lanzamiento de la mítica BMW R 32 que dio origen a la saga. La llegada de las cuatro válvulas también trajo consigo otra importante evolución que fue la incorporación de un radiador de aceite que mejoraba la refrigeración del propulsor y sus prestaciones; hasta este momento sólo existía la refrigeración por aire.
En 1992 BMW quería controlar varios aspectos en su veterano boxer. Por un lado la mejora de potencia debía de ir acompañada con una mejor refrigeración, pero por otro quería eliminar parte de los ruidos mecánicos que se producían en las mecánicas refrigeradas por aire. Paralelamente, la refrigeración por aceite permitía un mejor enfriamiento de la zona de la culata, una mayor estabilidad en el calentamiento del motor y que la moto funcionase mejor también con el motor en frío al entrar el motor en la temperatura óptima de funcionamiento de una forma más rápida. Y, como es lógico, el motor era más resistente al desgaste y ofrecía una vida útil mucho más larga.
Los motores de cuatro válvulas de 1992, como en el caso del reciente motor presentado para 2019, trajeron de la mano un aumento de cilindrada hasta los 1.085 cc y el aumento de potencia hasta los 90 cv a 7.250 vueltas.
Este motor boxer se accionaba con un árbol de levas a través de una cadena de distribución ubicada detrás de los cilindros por un árbol intermedio situado debajo del cigüeñal. Los empujadores ahora son más cortos y mejoran el funcionamiento de las válvulas, sobre todo a altas revoluciones.
También el motor de 1992 dio paso a la inyección electrónica, con elementos Bosch Motronic con los que ya había experimentado en las famosas K1. Al motor boxer también se le añadió un catalizador de tres vías, preparando así las homologaciones europeas que tenían que venir. La caja de cambios de la BMW R 1100 RS todavía contaba con un embrague con depósito de aceite separado, de tres árboles y cinco marchas. Todavía el multidisco en baño de aceite convencional tardaría en llegar. BMW ha marcado en muchos aspectos la evolucion técnica de las motos, muchos de sus desarrollos los llevamos hoy de forma habitual en nuestras monturas.
Evolución del motor boxer de cuatro válvulas
La llegada de la culata con cuatro válvulas estableció una nueva vía de desarrollo para los bicilíndricos de BMW. Durante los primeros 15 años, hasta 2007, no paró de evolucionar. En 1999 llegó un aumento de cilindrada hasta los 1.130 cc que pasó a los 1.170 cc desde 2004. Este último año BMW introdujo en su motor boxer un árbol de compensación que rota en dirección opuesta al giro del cigüeñal que eliminaba casi por completo los movimientos indeseados de sus pistones contrapuestos. Para muchos aficionados a las bicilíndricas alemanas fue un paso importante en cuanto a la suavidad de estos motores.
El 2007 se marca un nuevo hito en la evolución de los boxer, subiendo la potencia de 98 a 105 cv. Se mejoro la estirada y la banda útil de potencia y par del motor. Para este incremento de potencia también se tuvo que revisar la transmisión secundaria y la caja de cambios que pasó a tener seis velocidades.
Tras el incremento de potencia en 2007 llegó el desarrollo de un motor con dos árboles de levas en cabeza que dieron paso al motor R de 2009. La HP2 Sport llegó a dar 133 cv de potencia. En el caso de la R 1200 GS la potencia fue de 110 cv a 7.750 rpm.
2012: Llega la refrigeración líquida a los boxer de BMW
Y finalmente en 2012 llegó la refrigeración por líquido, justo para el 90 aniversario del motor boxer. Como bien sabes BMW va muy a su aire con los desarrollos técnicos y la esencia de sus productos. La llegada de la refrigeración por agua no podía perder la estética de un motor tan carismático, sumergiendo (por decirlo de alguna forma) los cilindros «al baño María». Para ello se siguió conservando el aire como elemento fundamental de la refrigeración del motor y se diseño un sistema que llevase el líquido refrigerante a los puntos más críticos de temperatura del motor. Es lo que BMW denominó refrigeración de precisión.
Otra de las grandes novedades que llegaron en 2012 fue la caja de cambios con embrague multidisco en baño de aceite y función anti-rebote, que en el modelo 2019 ha sido revisado y perfeccionado. En 2012 el motor subió hasta los 125 cv de potencia a 7.700 rpm y 125 nm a 6.500 rpm.
2019: Un boxer con distribución variable
La llegada de la distribución variable en las BMW de la próxima temporada era un paso lógico que ha traído de la mano un incremento de cilindrada y de potencia. El nuevo motor lo tienes en las BMW R 1250 GS y RT 2019. Las nuevas BMW tienen ahora 1.254 cc y una potencia máxima de 136 cv a 7.750 rpm. También se ha variado el par máximo, ahora 143 nm a 6.250 rpm. BMW ha buscado hacer dos motores en uno, bueno a bajas vueltas y con una excitante estirada. Además se prepara a la próxima normativa Euro 5 con un mayor control de la eficacia del motor y, sobre todo, de los ruidos. El motor equipa elementos que lo hacen más silencioso por dentro y por fuera, mientas que este tipo de distribución hace que consuma más a regímenes constantes.