La Vespa PX ha cumplido sus primeros 40 años de vida, todo un icono de los vehículos de dos ruedas del que se han fabricado más de tres millones de unidades y que supuso, para algunos de nosotros, nuestra primera «moto grande».  Fue en 1977 en el Salón de Milán cuando Piaggio presentó su nueva Vespa, nuevo diseño, un nuevo motor de dos tiempos y 125 cc, del que más tarde aparecerían las versiones de 150 cc y 200 cc. y un precio de 673.000 lliras (unas 70.000 pesetas de aquellos años).

Fueron los tiempos en los que Jimmy Carter fue elegido presidente de los Estados Unidos, Leonidas Bresznev mandaba en la Unión Soviética y Amnistía Internacional ganaba el Premio Nobel de la Paz. Nicky Lauda se proclamaba Campeón del Mundo de Fórmula 1 con Ferrari, los Clash lanzaban su primer álbum y se estrenaba «Star Wars: Una nueva esperanza«, película de la que no sabíamos que era el cuarto episodio de una saga interminable. La NASA lanzó las sondas Voyager 1 y 2, que con tanto cariño Carl Sagan las describió en la serie Cosmos, unas sondas que llegarían a los últimos confines del Sistema Solar en un viaje de más de 14 billones de kilómetros…

40 años de la Vespa PX

El lanzamiento de la Vespa PX fue con una maqueta enorme del vehículo, de más de cuatro metros de altura, que sorprendió a los visitantes del Salón de Milán y que todavía se conserva en el Museo Vespa de Pontedera (Italia).

Con la llegada de la década de los 80, las Vespa PX recibieron ya encendido electrónico y nuevas versiones como la de 80 cc. También llegó el sistema de engrase separado, un depósito independiente para llevar el aceite que lubricaría el motor en lugar de tener que hacer la mezcla en la gasolinera. Las últimas versiones hasta adoptaron un freno de disco en la rueda delantera.

El modelos se mantuvo en producción hasta 2007, cuando Piaggio anunció la denominada Final Edition que hacía prever el fin de los motores de dos tiempos del legendario scooter. LML, un fabricante Indio de motocicletas, realizó un acuerdo con Piaggio para seguir fabricando modelos basados en la Vespa PX, con mucho éxito por su aspecto retro y su sencilla mecánica. Los motores de dos tiempos tenían los días contados con la sucesión de normas anticontaminación que se avecinaban, tras la Euro 2, la 3 y luego la Euro 4, y Piaggio ya había desarrollado la nueva generación de Vespa, primero la ET4 hasta las GTS y Primavera que han llegado hasta nuestros días. O al menos eso creímos todos los aficionados a las Vespa, porque las PX volvieron a entrar en producción en 2010 con un catalizador que permitía pasar la homologación Euro3, y todavía se siguen fabricando algunas unidades en la factoría de Pontedera en Italia.

Giorgio Bettinelli

Giorgio Bettinelli, vuelta al mundo en Vespa

Como era de esperar pronto surgieron los aventureros sobre Vespa, un vehículo que desde sus orígenes en 1946 siempre ha dado pie a las épicas más genuinas. Giorgio Bettinelli hizo 245.000 kilómetros en una de ellas alrededor del mundo. Un viaje que relató en los libros «In Vespa» y «Brum Brum», editados por Feltrinelli. La ruta transcurrió desde Roma a Saigón (1992), de Alaska a Tierra de Fuego (1995 y 1996), y de Melbourne en Australia al Ciudad El Cabo en Sudáfrica en 1996. Entre 1997 y 2001 esta Vespa PX viajó desde Chile a Tasmania, atravesando toda América, Siberia, Europa, Africa, Asia y Oceanía, para concluir el periplo de Bettinelli.

Una Vespa PX en el Rally Paris Dakar

Una Vespa PX en el Rally Paris Dakar

Una Vespa PX también tomó la salida en el Rally París Dakar ¡y terminó! Fue en la segunda edición del mítico rally, de la mano de los pilotos Simonot y Tcherniawsky, dentro de un equipo en el que estaba el francés Jean-François Piot, con la asistencia del cuatro veces vencedor de las 24 Horas de le Mans, Henri Pescarolo.

Hoy la Vespa PX es un objeto de culto, uno de los vehículos de dos ruedas más queridos que también se fabricó en España en la mítica factoría de la calle Julián Camarillo de Madrid. En España se la denominó Vespa Iris y dio lugar a una versión, la T5 Sport con faro cuadrado, un motor potenciado y un pequeño cupolino deportivo. Vespa intentó cambiar el paso con la Cosa (con alguna solución revolucionaria como la frenada integral), intentó incluso deshacerse de la denominación Vespa, pero las legiones de seguidores que tenía en todo el mundo se lo impidieron.

40 años de la Vespa PX