ACTUALIZACIÓN. El Congreso aprueba la reforma de la ley y será legal su uso tras la aprobación en el Boletín Oficial del Estado.
La legalización de los intercomunicadores para motos parece que va por buen camino y la reforma de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos y Seguridad Vial será una realidad. Hasta ahora el uso de intercomunicadores para motos estaba dentro de un vacío legal, la interpretación de lo que decía la Ley de Tráfico podía caer dentro de una sanción, como nos ha ocurrido a muchos motoristas, o una resolución judicial que justificaba su instalación y uso. La Dirección General de Tráfico era consciente de ello tras las reiteradas denuncias de asociaciones y colectivos moteros que reivindicaban un texto legal claro.
Antes de la crisis de la COVID-19, la DGT se comprometió en regularlo, pero todas las medidas excepcionales que se tuvieron que tomar durante la pandemia retrasaron este compromiso. Una vez superada la pandemia la DGT, a través de su director general, Pere Navarro, dijo que antes de que concluyese 2021 el asunto quedaría solucionado, y parece que esta vez están cumpliendo con su palabra.
El documento con la reforma del artículo de la Ley de Tráfico que habla de los intercomunicadores para motos ha llegado al Senado, donde tendrá que debatirse si se aprueba la reforma o no. Si bien habla de la prohibición del uso del teléfono móvil, el texto habla de que «no se considerará dentro de la prohibición, la utilización de dispositivos inalámbricos certificados u homologados para la utilización en el casco de protección de los conductores de motocicletas y ciclomotores, con fines de comunicación o navegación, siempre que no afecten a la seguridad en la conducción».
Los intercomunicadores para moto son un elemento de seguridad
Los intercomunicadores para moto, bien empleados, son un elemento de seguridad porque permiten bien hablar con el resto de las motos con las que compartimos ruta que pueden avisar de alguna incidencia en la carretera o de la decisión de realizar una parada, o bien para poder hablar con nuestro acompañante, tal y como lo haríamos naturalmente dentro del coche. También sirven para recibir las indicaciones de voz de un navegador que no nos hagan perder la vista de la carretera, por ejemplo si tuviéramos que interpretar el mapa de la pantalla de nuestro cuadro de instrumentos e incluso para recibir las indicaciones de Tráfico durante la ruta.
Sin duda usar los intercomunicadores para otros fines, por ejemplo para recibir llamadas de teléfono insustanciales durante la ruta sí que son un elemento de distracción que implica nuestra seguridad, pero esto es algo que debe valorar el propio conductor.