La Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR en sus siglas en inglés) está estudiando la imposición de tasas adicionales de hasta el 100 por cien a las importaciones de motocicletas europeas de entre 51 y 500 centímetros cúbicos a partir de marzo de 2017 y ANESDOR, la Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas, y la Asociación Europea de Fabricantes de Motocicletas (ACEM), han mostrado ya su preocupación al respecto.

El pasado 31 de enero se hizo pública la medida que pretende imponer una tasa adicional a las exportaciones de la Unión Europea a los Estados Unidos como medida de represalia contra las restricciones impuestas por la UE a las importaciones estadounidenses de carne de vacuno.

ACEM se ha pronunciado, ha dejado clara su posición y pide a la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos que evalúe la medida antes de crear una barrera comercial artificial y contraproducente que sin duda no va a alentar una resolución favorable de la disputa en el sector vacuno y que, por el contrario, va a perjudicar tanto a la economía europea como a la estadounidense.

La medida afectaría no solo a las empresas europeas que fabrican motocicletas que luego son vendidas en los Estados Unidos, sino que también afectaría a los ciudadanos estadounidenses tanto a niveles de ocio como a niveles de movilidad; esto sin contar a las pequeñas empresas dedicadas a los servicios, distribución y venta del bien, que lejos de mejorar sus condiciones, muchas se verán obligadas a despedir personal y, en el peor de los casos, cerrar sus puertas.

José María Riaño,  secretario general de ANESDOR,  ha indicado que “compartimos la preocupación de la Asociación a nivel europeo y nos sumamos a su petición en la defensa de los intereses del sector de las dos ruedas en nuestro país”. Riaño ha asegurado que “debemos promover y buscar nuevas oportunidades que fomenten el comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, en lugar de poner nuevas barreras que perjudiquen los intereses de los fabricantes de motocicletas en Europa”.

Con arreglo a la Sección 301 de la Ley de Comercio de los Estados Unidos de 1974, el USTR tiene derecho a adoptar medidas unilaterales y a imponer derechos sobre las exportaciones extranjeras. No es la primera vez que la industria europea de motocicletas pasa por algo así. En 1999 y 2008, las motocicletas europeas también habían sido incluidas en -y posteriormente eliminadas- en una lista similar de represalias.

A pesar de que este nuevo impuesto se encuentra actualmente en fase de estudio, ya ha llamado la atención de la comunidad internacional y se han tomado cartas en el asunto para evitar futuros conflictos comerciales con un país que está dando bastante de qué hablar desde la llegada de Donald Trump  a la Casa Blanca.