Los circuitos urbanos fueron durante muchos años los lugares donde la cantera motociclista crecía y maduraba, dando campeones que alcanzarían la talla internacional, con los precarios medios de que se disponía en nuestro país y La Bañeza fue pionera en ellos.
Gracias a la construcción de los modernos circuitos permanentes, la seguridad en la competición fue en aumento y el viejo espectáculo en los legendarios circuitos urbanos fue cayendo en el olvido.
Los grandes circuitos, con más medios, daban cabida a miles de espectadores y mejores servicios a los pilotos en competición. Aún así, al no haber en España un reparto equilibrado de circuitos permanentes, ciertas carreras se siguieron celebrando en los cada vez más peligrosos circuitos urbanos. Algunos de triste recuerdo por sus accidentes mortales.
Al Jarama siguieron Calafat, Jerez, Albacete, el Circuit de Catalunya, Cheste, Alcañiz… El único circuito urbano que sobrevivió al tiempo fue el de La Bañeza, que sigue a la espera de la construcción de su reivindicado circuito permanente.
Todo empezó de manera casual en el año 1955, cuando los hermanos del Val, famosos pilotos madrileños de aquellos años, regresaban a Madrid tras una carrera en el circuito urbano de La Coruña, y el destino quiso que una avería detuviera su camino en La Bañeza, en el kilómetro 300 de la entonces Nacional VI. Fueron tan bien tratados tanto por los miembros del Moto Club, como por el resto de la población, que prometieron volver al año siguiente para hacer una exhibición con sus motocicletas.
Los hermanos cumplieron su promesa y la expectación fue tal que, un año después, las carreras de motos en La Bañeza ya se habían convertido en realidad, formando parte de los grandes premios celebrados en España.
Los años siguen pasando y cada mes de agosto se intensifica la reclamación. Al grito de ¡Circuito de la Bañeza ya!, se inician las carreras de Criterium y GP 125, así como las carreras de motocicletas clásicas de 2 y 4 T, que recuerdan a todos la pervivencia de este estilo a lo largo ya de 46 años.
Desde entonces han continuado celebrándose sin interrupción, convirtiéndose en las decanas de nuestro país. La Bañeza bien merece convertirse en sede del circuito del Noroeste de la península y esperemos que lo consiga pronto.