NG Brakes nos cuenta cómo es el proceso de fabricación de los discos de freno que llevamos en nuestras motos y coches. Lleva más de 25 años fabricando discos de freno de primera calidad para todo tipo de vehículos de dos ruedas y la seguridad, calidad y experiencia: esos son tres de los principales pilares sobre los que se sustenta.

La marca catalana comenzó a producir discos de freno en 1997, y desde entonces no ha dejado de evolucionar sus productos a través de la constante innovación, el testeo en competición y la escucha activa de los usuarios. De esta manera, ofrece un producto al nivel de los campeonatos más exigentes, pero accesible para todos los apasionados de las motos.

En esta entrada te contamos más cosas sobre los frenos de tu moto.

Lo primero, nuestra seguridad

Un buen sistema de frenado es imprescindible, tanto para contar con la seguridad necesaria en cualquier terreno como para disfrutar al máximo de cada trayecto en moto. Es obvio decir que los frenos son una parte muy importante de nuestra seguridad y su proceso de fabricación tiene que ser minucioso.

Todo comienza con el propio diseño de los discos de freno. Una primera etapa en la que se definen los planos y se adaptan a los sistemas de producción de la marca. Como ocurrirá en el resto de fases, la exactitud es imprescindible, pues todo lo que se va a desarrollar a continuación y, por tanto, el resultado final dependerá de que este primer paso se dé de manera correcta.

Elegir correctamente unos buenos discos para los frenos de la moto es clave para nuestra seguridad.

Elegir correctamente unos buenos discos para los frenos de la moto es clave para nuestra seguridad.

Una vez finalizado el proceso de diseño, llega la fase de producción, en la que se parte de una plancha lisa de acero inoxidable, con una aleación cuidada y específica para la elaboración de estos discos. Mediante corte láser o troquelado, se extrae una pieza con la forma y medidas concretas que se muestran en plano. Para ello, NG Brakes cuenta con personal especializado y maquinaria de primer nivel, garantizando un resultado exacto en el corte, fundamental para que el producto final sea tal y como se ha diseñado.

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Tratamiento térmico

Una vez extraída esa pieza ya con la forma que tendrá el disco, pasa a un tratamiento térmico que tiene como objetivo ajustar sus propiedades. Tras esto, es hora del paso conocido como mecanizado, el más importante de todo este proceso. En él se le terminará de «dar forma» al disco, generando las perforaciones, perfiles y hendiduras marcadas en diseño.

Esto se realiza mediante unas máquinas de última generación con dos movimientos: el de corte o penetración, que se encarga de cortar o agujerear, y el de avance, que va dirigiendo la pieza mientras ésta es perforada. De nuevo, el uso de esta maquinaria específica garantiza una altísima precisión.

Rectificado

Después del mecanizado, el disco de freno pasa a la fase de rectificado. En ella, mediante abrasión, se retiran los restos y micro mordeduras que han podido surgir en pasos anteriores, con el objetivo de obtener el disco tal y como había sido concebido en un primer momento. Es aquí cuando se logra la máxima planitud del disco y se comprueba el falso paralelismo. Del mismo modo, se realiza una inspección minuciosa para comprobar que se ha cumplido con todos los parámetros marcados por el equipo de diseño: medidas, calibres, aspecto, peso, grosor, etc.

Por último, mediante grabado láser, se imprime toda la información que debe llevar el disco, así como el logo de NG Brakes, y pasa a ser probado.