El motociclismo americano ha ido tradicionalmente por un camino diferente al que llevaba la vieja Europa durante el pasado siglo . De hecho, ni siquiera el tipo de motocicletas se asemejaban. Un país tan grande medía sus motocicletas a la imagen y semejanza de sus horizontes.

El AMA (American Motorcyclist Association) en Estados Unidos siempre se ha caracterizado por ser “más que un club”, era una estructura que controlaba todas las estructuras en torno a las motos, incluyendo la industrial, de cara a un proteccionismo de las marcas americanas. De hecho, las modalidades deportivas tampoco tenían demasiada semejanza con las de este lado del charco.

En realidad hasta bien pasada la Segunda Guerra mundial, los motociclistas americanos no sentían ninguna curiosidad por el motociclismo en el extranjero, y ni siquiera las categorías en que participaban los pilotos se asemejaban a las europeas.

Por otro lado, el control de este megaclub que ya en 1968 contaba con más de 100.000 miembros, estaba representado por dos miembros no relacionados directamente con la industria motocicista y diez miembros pertenecientes directamente a ella; de hecho, Arthur Davidson, presidente de Harley Davidson, también lo fue del AMA en la década de los cincuenta. En la actualidad, su junta directiva esta compuesta por seis miembros de origen corporativo y otros seis independientes.

AMA, Asociación Americana Motociclismo

A partir de los años setenta, el peculiar AMA mantiene contactos por primera vez con la FIM (Federación Internacional de Motociciclismo), siendo a partir de esas fechas cuando pilotos americanos comienzan a ganar competiciones internacionales. El Anglo-Americano es una importante plataforma de marcas y pilotos, las Harley Davidson-Aermacchi se convierten en motos punteras del mundial, e incluso la categoría americana F1, desaparece en favor de la Superbikes.

Estos cambios supusieron, como hasta la actualidad se ha venido demostrando, un soplo de aire fresco para el motociclismo mundial con pilotos que marcan un estilo diferente.

De cualquier forma, la fuerza del AMA tuvo su repercusión en el pasado también como defensor de las libertades individuales de los motoristas, en asuntos tan importantes como la obligatoriedad del casco o la defensa de los motoristas ante las aseguradoras.